eu-“Eso de que hay gente que no vale para la música es un mito, todo el mundo puede”
Ruben Mejuto, Muy ligado al coro Ametsa desde su infancia, inicia una nueva etapa al frente de su taller musical con "ganas e ilusión" de enseñar "de forma activa".
IRUN- Nacido en 1991, Rubén Mejuto llegó a Irun desde Errenteria con apenas diez años. A los doce entró en la Sociedad Cultural Coro Ametsa y más tarde comenzó a tocar el piano. Tras pasar por Musikene, hoy es pedagogo musical y ha regresado al Ametsa para enseñar a pequeños y adultos.
¿Cómo fue su primer contacto con el mundo de la música?
-El Ametsa organizaba un concierto todos los años en el centro cultural Amaia en el que participaban todos los colegios de Irun, y entre eso y las clases de música de la ikastola me fui adentrando poco a poco. Todo esto coincidió con el estreno de la película Los chicos del coro, y además, entonces aún eran bastante tradicionales los coros populares en la sociedad vasca, mucho más que ahora, por lo que, de alguna manera, todos estábamos más ligados al canto. Yo entrenaba en el Natación Bidasoa tres horas al día, pero cuando empecé primero de la ESO decidí dejarlo para entrar en el Ametsa.
Allí empieza a tocar el piano.
-Es que en el local del coro había muchos pianos y, claro, estábamos siempre todos los niños tocando. Yo tenía más facilidad que los demás, así que una de las monitoras me cogió un día por banda y me propuso que me pusiera a estudiar en serio. Hay gente que lo tiene súper claro y que va a por un instrumento en concreto, pero no fue mi caso. Me daba igual qué tocar, un instrumento no es más que un medio para expresar la música. Al final me convencieron para que continuase con el piano y desde entonces no lo he dejado.
Realiza sus estudios superiores de pedagogía musical en Musikene. ¿Por algún motivo en concreto?
-Musikene es el único lugar del Estado que se especializa en metodologías de enseñanza activa. Son métodos de aprendizaje que se basan en la practicidad y en la experimentación antes de entender lo que se está haciendo. En resumen, se trata de enseñar haciendo que los alumnos primero experimenten con la música tocando, cantando o de cualquier otra manera, y de entender el lenguaje musical después. De esta manera, se puede aprender a leer una partitura de manera práctica y lúdica, teniendo en cuenta las emociones de los pupilos para realizar un aprendizaje significativo.
¿Cuándo empieza a enseñar música?
-Pues ya desde primero de carrera, porque teníamos prácticas, aunque antes de eso ya daba clases a nivel más básico. De hecho muchas de las cosas que aprendí en Musikene ya las hacía intuitivamente, otras no. Por ejemplo, en un coro primero cantas y luego empiezas a tener nociones de lo que estás haciendo, o de cómo entonar una nota en concreto.
¿Cualquiera puede aprender música?
-Sí, te lo puedo asegurar. No todos los alumnos avanzan igual, ya que no todos tenemos las mismas cualidades. A algunos se les da mejor tocar, otros entienden más rápido los conceptos y a otros se les da mejor otra cosa, pero con persistencia cualquiera puede aprender, solo hay que conocer las fortalezas de cada uno.
Debe ser muy gratificante ver cómo avanzan los alumnos.
-Sí, desde luego, sobre todo cuando ves que lo entienden. Porque una cosa es saber y otra cosa es transmitir, y para lo último hay que estar motivado. Todos hemos tenido un profesor que, a lo mejor, no era el que más conocimientos tenía en su matería, pero que sabía transmitir su pasión, y eso se contagia.
¿Cómo afronta esta etapa al frente del taller musical de Ametsa?
-Con muchísima ilusión y ganas. Siempre he estado muy ligado al coro, aunque los últimos años lo había dejado por los estudios superiores, pero ya estoy de vuelta. Todavía no he empezado a dar clases, la primera será el 22 de octubre, aún me estoy preparando. Las inscripciones sí que están abiertas para todos los niveles y se pueden realizar a través de la web coroametsa.org, llamando a nuestras oficinas o presencialmente.
¿Siempre ha tenido claro que quería dedicarse a la música?
-Sí, aún estoy explorando si quiero centrarme más en estudiar piano, en ser profesor o en dirigir coros. Por mucho que seas muy buen músico, te tienes que diversificar. Pero siempre he apostado por dedicarme a esto.