Ostomila en la prensa de la comarca Bidasotarra
"Al crear espectáculos damos mucha importancia a preservar la identidad"
Actualmente están realizando una gira por Centroamérica, participando en diversos festivalesTamara Cuéllar y Ruben Mejuto Ostomila Txontxongilo Taldea
En la biblioteca de una casa de Managua descansan desde hace más de veinte años varios ejemplares sobre mitología vasca. A Tamara Cuéllar, que las había descubierto a raíz de una actuación de Takolo, Pirritx eta Porrotx en la capital nicaragüense, le encantaban las leyendas que descubría en esos libros. Caprichos del destino, Tamara conoció en 2015 al irundarra Ruben Mejuto, que se encontraba realizando un viaje por Centroamérica. Emprendieron entonces un camino juntos y no tardaron en unir sus talentos: él la música y ella los títeres, una tradición que había conocido desde pequeña, al pertenecer a una familia de titiriteros muy reconocida en su país.
-Viajemos a aquel 2015 en Nicaragua.
-(Ruben): estaba de mochilero por esa zona y conocí a Tamara. Yo siempre he estado relacionado con el mundo del arte, he estudiado música, y cuando nos conocimos enseguida empezamos a pensar en hacer algo juntos. Porque ella venía de una familia de titiriteros, la compañía Guachipilin, que es como 'Takolo, Pirritx eta Porrotx', todo el mundo les conoce. Tamara además es Licenciada en Arte Teatral por la Universidad de las Artes de Cuba.
TRADICIONES«Nos gusta contar mitos y leyendas a los niños, que están tan conectados a la teconología»EN MANAGUA«Fue muy bonito actuar en un lugar tan icónico como el Teatro Nacional de Nicaragua»
-¿En qué resultó aquella unión?
-Fuimos a Euskal Herria y comenzamos a trabajar espectáculos de títeres y de narración oral, primero en castellano, porque Tamara no sabía euskera. Pero después hizo un montón de cursos en el euskaltegi y entonces empezamos a tener más trabajo y a pensar más espectáculos...
-La identidad es algo a lo que otorgáis mucha importancia en vuestras piezas. ¿Cómo es el proceso de creación?
-(Tamara): yo me encargo de los títeres y del guion, mientras que Ruben realiza toda la aportación musical. Y confluimos, porque vamos haciendo una lluvia de ideas y comenzamos a crear. Una de las cosas más importantes que nos planteamos en ese momento es la identidad. Somos de diferentes lugares y a ambos nos une la importancia que otorgamos a preservar la identidad, nuestras leyendas, nuestros mitos, nuestro ser... Pensamos en cómo contárselas a los niños, que son nuestro principal público, en cómo traer esas leyendas a este presente en el que están muy conectados a la tecnología...
(Rubén): podemos coger historias que escribió José Miguel de Barandiarán y hacerlas tal cual, o podemos partir de esas ideas y crear nuestra propia historia. Trabajamos mucho con la improvisación, siempre desde el personaje. Por eso mantenemos las escenas pero nunca mantenemos exactamente igual los diálogos, porque buscamos ese punto de improvisación. Además en el directo influye la interacción con el público.
-¿También hacéis vosotros los títeres?
-(Tamara): yo siempre he hecho los títeres, los vestuarios, la escenografía... Pero para el último espectáculo queríamos pedir a otros artesanos que se encargaran del vestuario, así que acudimos a Jonan e Idoia, de Menina de Hondarribia. Ha sido muy bonito el descubrimiento. Son unos cracks, han hecho el vestuario y parte de la escenografía y hemos aprendido muchísimo con ellos.
-¿Qué obras habéis trabajado hasta el momento?
-La primera fue en torno a Olentzero y Maridomingi. También creamos una con la Banda de Música Ciudad de Irun sobre las tradiciones euskaldunes; después nosotros la hemos adaptado y la hemos convertido en Alaia Galtzagorria. Tenemos otra para adultos, Pura Cuina; otra sobre los Reyes Magos y otra más sobre la historia del Conejo y el Coyote, que es muy conocida en muchos países latinoamericanos. Además, estando aquí hemos creado una que se llama 'Cuentos Pintados. Nuestro homenaje a Rubén Darío'.
-Actualmente os encontráis en Nicaragua. Contadme más acerca de esa gira que estáis ofreciendo por Centroamérica.
-Antes de la pandemia íbamos a participar en un festival en Costa Rica y en otro de Nicaragua. Pero se suspendieron. Hasta que el verano pasado nos invitaron a un festival en Managua en honor al escritor de teatro y dramaturgo Pepe Prego, que acababa de fallecer, y a otro en San José, Costa Rica. Así que vinimos y en Nicaragua no solo hemos estado en el de Pepe Prego, sino también en el Festival de las Artes de León. Y luego el Teatro Nacional de Nicaragua nos invitó a participar en la semana Dariana. Fue muy bonito actuar en un lugar tan icónico para la cultura nicaragüense, fue un gran logro.
-Además de en grandes teatros y festivales, ¿habéis actuado en otros escenarios?
-Sí, en pequeñas salas, en una escuela y en la inauguración de una sala de teatro.
-¿Qué tal os ha acogido el público de allí?
-Muy bien. Casi todas las actuaciones se han llenado. Además, ha venido gente euskaldun y nos ha dicho que llevaban 30 años sin escuchar euskera. Porque las obras las estamos representando en castellano, pero hemos metido expresiones y nombres en euskera.
-En las próximas semanas viajaréis a Costa Rica y después regresaréis a Irun. ¿Qué planes tenéis?
-Tenemos una actuación en Aia a finales de marzo. Después nos gustaría seguir promocionando nuestros espectáculos y creando otros nuevos. También nos encantaría actuar en Irun y Hondarribia este verano.
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https://www.diariovasco.com/bidasoa/irun/crear-espectaculos-damos-20220216212936-ntvo.html